Cómo crear el cuerpo que quieres (y olvidarte del que temes)
Cuando llevas mucho tiempo con problemas de peso, y ya no sabes de dónde sacar el ánimo para empezar otra dieta, mirar para otro lado es la salida más frecuente. Consiste en seguir comiendo mucho y mal, a la espera de que la motivación resurja de sus cenizas.
Pero el sobrepeso sigue ahí, aumentando al igual que tu malestar, hasta que un día te lanzas al ritual de la báscula y el espejo para confirmar lo que ya sabías: «no puedo seguir así».
Comienza entonces el proceso de intentar cambiar desde el rechazo. Te fijas bien en esa imagen de ti misma que detestas, te sorprendes de cómo has podido llegar tan lejos, y utilizas toda esa rabia para esforzarte en crear nuevos hábitos que te permitan perder peso para siempre.
Algunas personas lo consiguen, pero la mayoría no.
Si estas entre estas últimas, hoy quiero hablarte de una técnica muy eficaz para ayudarte a crear el cuerpo que quieres, ¡y olvidarte del que temes!
Foto superior: Matthew Henry, Unsplash / Foto central: Isaac Viglione, Unsplash

Donde pones tu atención, pones tu energía… ¿en qué te enfocas para crear el cuerpo que quieres?
La magia de implicar a tu mente
No sé si alguna vez has vivido la experiencia de ilusionarte al máximo con algo e ir a por ello con total determinación. Es ese momento en el que sabes claramente lo que quieres, tienes la total certeza de que lo vas a conseguir, y sientes que nada ni nadie puede pararte.
No es que no veas las dificultades que tienes por delante, es que no te importan. Estás tan centrada e ilusionada con lo que quieres, que los problemas que puedan surgir no te detienen.
Es algo mágico, porque tu mente deja por un tiempo la artillería pesada (los pensamientos con los que te bombardea habitualmente… «no voy a poder», «seguro que no lo consigo», «es demasiado difícil») y se alinea contigo y con tu propósito, trabajando a tu favor.
«Enfócate en el cuerpo que quieres, no en el que temes»
Los resultados de ese proceso son impactantes. Y, para que suceda, tu mente tiene que ver claramente lo que quieres.
Así que, en lugar de mostrarle una y otra vez lo que temes: tus kilos de más, las formas que tienes y no te gustan, el miedo a engordar más… te propongo que te enfoques en el aspecto que quieres tener.
Imagina cómo será tu cuerpo cuando adelgaces y recréate en esa imagen. Conecta con la sensación de ligereza, con el disfrute que sentirás al volver a vestir como te gusta, y con la alegría de sentirte libre y cómoda en tu cuerpo.
Todo eso son sensaciones que asociamos al peso que nos gustaría tener. Muéstraselas a tu mente, enséñale qué es lo que quieres, ilusiónate con ello y mantén esa versión de ti en tu cabeza.
A cambio, tu mente te ayudará a dar pasos firmes en la dirección que quieres, a vivir el proceso de cambio con disfrute, ¡y a multiplicar tus resultados!

Muchas gracias. Disfruto cada vez que publicas un post. Siempre saco alguna cosa que seguro que me ayuda en mi día a día.
Muchas gracias Teresa!! Seguiré compartiendo todo lo que crea que pueda ser útil :)
Gracias Ana por la confianza que desprendes y que a mí también me ayudan a confíar y saber que no estoy sola en este camino. Gracias por acompañarme.
Encantada de hacerlo Montserrat!! :)