No es cuestión de talla sino de dar la talla

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Abr, 2017

Post invitado de Ana Paniagua, de Toca Tacón.

“Ya lo haré cuando adelgace”. ¿Cuántas veces has utilizado esta frase como excusa? Ya empezaré a ponerme esto… cuando adelgace. Ya le daré una vuelta a mi armario… cuando adelgace. Ya me compraré ropa nueva… cuando adelgace… Así, en bucle.

Y precisamente para salir de esa espiral en la que te encuentras ahora mismo, necesitas todo lo contrario: dejar de preocuparte y empezar a ocuparte. Es un consejo que me dieron en su momento para esas cosas de la vida y que he terminado usando para todo; para el estilo y para los armarios también.

“Cuando me quite tantos kilos, estaré feliz”. “Si me quedo en la talla x, lo habré logrado”. Seguro que también te sientes identificada con estas palabras. Porque probablemente las hayas hecho tuyas en algún momento, ¿verdad?

«El día en que decidí olvidarme de mi talla fue un gran día»
Pues te diré algo. El día en que decidí olvidarme de la talla que tengo fue un gran día. Ocurrió ya hace unos años. Entonces yo estaba formándome como estilista y, lo que en el programa no me llamó demasiado la atención, resultó convertirse en uno de los aprendizajes más reveladores en mi forma de entender y trabajar el estilo para con las demás mujeres.

Era una clase sobre medidas. No entraré en detalles, pero, como imaginarás, ninguna alumna teníamos las canonizadas 90-60-90. Es más. La mayoría ni siquiera nos aproximábamos. Ni de lejos. Y en un amplio porcentaje, la talla de nuestras chaquetas y camisas difería de las de nuestra falda o pantalón. Ni de cerca era la misma en nosotras mismas.

Comprendí entonces que la talla es sólo un número. Y que a las mujeres, en general, nos importa un pimiento tener cuerpo de pera, de manzana o de diábolo. Lo que nos interesa es que nos guste lo que vemos cuando nos miramos al espejo, sentirnos bien en nuestros cuerpos reales y estar guapas con (a pesar de) nuestras imperfecciones.

La talla cambia porque nuestro cuerpo cambia. Porque tenemos hijos, porque hacemos más o menos deporte, porque a veces no tenemos tiempo para cocinar lo que nos gustaría comer, porque tu cuerpo no es el mismo con 23 que con 35. Cambiar de talla significa que nuestros cuerpo está vivo. Que nosotras estamos vivas. ¿Te habías parado algún momento a mirarlo así?

Entendí también que si quería que mi estilo avanzase tenía que centrarme más en la búsqueda de la proporción que en la de la perfección. Que lo importante es que la ropa nos quede bien y no la talla impresa en la etiqueta, que, por otro lado, casi nadie ve. Que, además, a casi nadie le importa.

Por todo esto, porque suelen funcionarnos a la mayoría y porque nos hacen dudar menos, quería compartir contigo 10 trucos básicos para que aciertes con tus looks. Independientemente de la talla que tengas. Independientemente de cuándo tengas pensado empezar a ocuparte de tu estilo. Independientemente de si tienes pensado meterle mano a tu armario esta primavera o no.

  1. Vístete en tu talla actual. Ni más, ni menos. Tu talla real es la que mejor te sienta.
  2. El largo de la falda que más favorece es a la rodilla.
  3. El largo del pantalón que mejor sienta es ras del tacón con el pantalón.
  4. La altura del pantalón o de la falda que más nos estiliza es 2 o 3 dedos por debajo del ombligo. Ahora que la cintura alta está ha vuelto no resultará más fácil encontrarlos en las tiendas. Ante la duda, apuesta siempre por prendas de cintura alta.
  5. Elige partes de arriba estructuradas, como las blazer o americanas, que simulan una línea horizontal y recta entre tus hombros. Y también entalladas, que no ajustadas. ¡Deja ya de esconderte entre telas de más!
  6. Marca tu cintura siempre que puedas.
  7. Busca prendas con cortes sencillos. Puede que te suene aburrido, pero recuerda que menos es siempre más.
  8. Si quieres alargar tu figura, busca la continuidad del color en el zapato y que terminen en punta.
  9. Evitar realizar cortes en la figura.
  10. Utiliza colores neutros para las zonas que quieras disimular y colores llamativos donde quieras centrar la atención.
Me encantaría que empezaras a ponerlos ya mismo en práctica y que me contaras si notas los resultados. Como decía Platón, el comienzo es la parte más importante de la obra y puede que tú lleves algún tiempo intentando acallar una voz interior que ya casi te pide a gritos que te regales un ratito solo para ti. ¿Por qué no empezar por tu armario? ¿Quién sabe? Quizás solo sea el pistoletazo de salida que necesitas para que empieces a ponerte en movimiento con todo lo demás. ¿Me mantendrás al tanto?

 


Me llamo Ana Paniagua y soy estilista y periodista. Trabajo ayudando a mujeres a descubrir su verdadero estilo, ese que refleja quiénes son de verdad y que les hace verse guapas, sentirse mejor y ganar confianza y seguridad en sí mismas. Y, además, hacerlo con menos cosas en su armario. Escribo semanalmente en mi blog sobre estilo y armarios para mujeres de verdad. Si piensas que tú eres una de ellas, puedes suscribirte a mi Newsletter y recibir mi Guía para Mejorar tu Estilo en 8 pasos. Puede que haya sido una casualidad que estemos aquí, pero estoy segura de que no. Si quieres seguirme la  pista, hazlo en Instagram.

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