Tienes el cuerpo que piensas (II)

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Jul, 2021

Todo lo que ves en tu experiencia parte de ti, pues nada sucede en tu vida sin que lo aceptes primero en tu mente.

Detrás de una persona exitosa hay una mentalidad de éxito; detrás de una persona con suerte, una mentalidad optimista; detrás de una persona abatida, encontramos una mentalidad de desesperanza.

De igual forma, detrás del sobrepeso hay una mentalidad de tener problemas de peso, es decir, la aceptación de ese estado como la verdad sobre ti.

Eso mismo ocurre con cualquier estado que expresas. Lo que asumes que eres, en todo momento, es lo que ves reflejado en tu vida.

La mente manda, pero afortunadamente es moldeable, así que podemos aprender a ponerla a favor de nuestros objetivos.

 

La mentalidad precede a la experiencia

Para poder lograr los cambios  que deseas, debes tomar conciencia de esto: la mentalidad precede a la experiencia.

Si quieres comprobarlo, sólo tienes que recordar que lo primero que cambió cuando abordaste con éxito un cambio físico fue tu mentalidad: de repente, por algún motivo, te sentiste fuertemente motivada.

De igual modo, cuando volviste a engordar, lo primero que cambió fue tu mentalidad. Por algún motivo te viniste abajo y asumiste que recuperarías todo el peso perdido, como efectivamente ocurrió.

Esos motivos -tanto los que te animan como los que te desaniman- son sólo pensamientos que tú validas en tu mente, dejando que dirijan tu experiencia.

Todo es cuestión de lo que pensamos, así que no se trata de encontrar la dieta perfecta, sino de cambiar tu concepto de ti misma.

La batalla del peso se libra en la mente

Cuando vives identificada con lo que piensas como si se tratara de verdades absolutas, limitas enormemente tus posibilidades.

Tienes muchas ganas de cambiar, en muchos aspectos, pero algo dentro de ti te lo impide. Ese algo no es otra cosa que tu mente aferrándose a tu forma de pensar de siempre.

Naturalmente, la mente que cree que no vas a poder cambiar no puede ser la misma que te saque de ahí.

En otras palabras, no puedes encontrar la solución que buscas en la misma mentalidad que te creó el problema.

Esa mentalidad te liará, te complicará haciendo planes que no puedes cumplir, te confundirá, y te hará sentir agobiada y angustiada por tu problema de peso. Pero nunca lo resolverá.

Si cambias lo que piensas, cambia lo que ves

Para abrir la puerta al cambio y dirigir tu vida en la dirección que deseas, debes tener esto muy presente: tú eres quien elige qué pensar.

Esto, que parece una obviedad, es el error básico que todas cometemos: nos identificamos con lo que pensamos y dejamos que esas ideas dirijan nuestra vida sin cuestionarlas.

Creemos que estamos condenadas a seguir siendo lo que ahora vemos en nuestra realidad -una persona con problemas de peso, por ejemplo- sin darnos cuenta de que nuestra realidad no es más que un reflejo de lo que pensamos. Si cambias lo que piensas, cambia lo que ves.

Cambiar lo que piensas es una elección y algo que ya has hecho antes. Por ejemplo, cuando creías que adelgazar era muy difícil y que nunca lo conseguirás, y luego te animaste por cualquier motivo y te lanzaste a por ello con determinación.

Dentro de ti lo viste posible, y por eso lo acabaste viendo fuera.

Lo único que tienes que hacer ahora es revisar las ideas sobre ti que están lastrando tu cambio físico, y cambiarlas por otras que te impulsen como un resorte a vivir la vida que tú deseas.

Cuestiona lo que te frena y elige lo que te ayuda. ¡Eso es lo que han hecho todas las personas que han conseguido cambiar!

En un momento dado, se han saturado de las ideas que las mantenían atadas al sobrepeso (‘yo no puedo’, ‘es muy difícil’, ‘no lo voy a conseguir’, ‘es mi genética’…) y han decidido ser quien querían ser, poniéndose al mando de su mente.

Una vez que elijas quién quieres ser y asumas con toda tu ilusión que esa es tu nueva verdad, expresarlo en tu vida será tan sencillo como ahora expresas quien eres, sin esfuerzo alguno.


La mente que da vueltas al problema cada vez lo hace más grande, mientras que la mente que mira a la solución -a tu idea de ti sin sobrepeso- se aferra a esa idea y la hace posible sin esfuerzo. Lo que ves fuera es un reflejo de la idea que tienes de ti misma. ¡Eres libre para elegir quién quieres ser y qué vida quieres tener! Suelta las viejas ideas que te muestran una realidad que ya no te representa… ¡AMA VIVE COME!

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