¿Puedes concebirte sin sobrepeso?

14

Jul, 2020

Si llevas mucho tiempo tratando de salir del sobrepeso, es muy probable que el malestar se haya convertido en tu forma de estar en el mundo.

Vas tirando como puedes en tu vida cotidiana, pero nadie más que tú sabe hasta qué punto lo estás pasando mal.

Tener un aspecto que no coincide con el de la persona que te gustaría ser -esa que se siente libre y cómoda en su cuerpo- te produce un sufrimiento constante, pues tu cuerpo va contigo allá donde tú vas.

Cuando eso ocurre, sientes que tu imagen no se corresponde contigo -no te representa- y se produce un fuerte conflicto interior.

Sin embargo, ese malestar no se deriva de tu aspecto, sino de tu interpretación o valoración de lo que significa tener ese peso. En otras palabras, rechazas tu aspecto por lo que supone para ti el sobrepeso.

Hoy vamos a poner la mirada en este tema, porque vivir rechazando tu aspecto no sólo te amarga la existencia, sino que te condena a no poder cambiar.  

El error básico

Todos los problemas que tenemos se derivan de un mismo error básico: identificarnos con lo que pensamos.

Eres lo que piensas, de forma que la imagen que ahora ves de ti es el resultado de la idea que tienes de ti misma. Has creído que eres una persona con sobrepeso, y esa es la razón de que vivas esa experiencia. Aunque hayas perdido peso en más de una ocasión, tarde o temprano lo vuelves a recuperar, porque tienes la conciencia de ser una persona con problemas de peso. Si no cambias esa idea de ti, una y otra vez volverás a ser quien crees ser.

La conciencia de ser algo es lo que da vida a eso en tu realidad. Por ejemplo, eres madre cuando asumes la conciencia de serlo -lo deseas y te ves en ese papel, lo concibes- y sólo después te lanzas a vivirlo en tu realidad. Las mujeres que eligen no ser madres no se conciben como tales -ni lo desean ni se ven desempeñando ese papel- y por eso deciden no vivir la experiencia.

Respecto al sobrepeso, puede darte la impresión de que primero llegó el problema, pero no es así. En ambos casos -en todos los casos- la conciencia de ser algo precede a la experiencia.

Eres lo que elijes

Cuando te miras y piensas que tener tu aspecto es negativo, incorrecto o malo, sientes un fuerte rechazo por lo que ves. Ese rechazo te hace sentir mal y refuerza tus pensamientos negativos acerca de tu imagen.

Sin darte cuenta, te identificas con esos pensamientos, creyendo que eso que piensas es lo que tú eres.

Sin embargo, para ser precisos, no eres lo que piensas, sino lo que eliges ser  -pensar que eres-. Tú estás por encima del pensamiento, pues eres la que piensa y no lo pensado.

Si te identificas con tus pensamientos negativos sobre ti -asumes la conciencia de ser eso- no podrás superar el sobrepeso, por mucho que te esfuerces. Una y otra vez volverás a mimetizarte con tu idea negativa de ti.

Sin embargo, si dejas de rechazar tu aspecto y te das cuenta -tomas conciencia- de que tú misma has dado vida a tu problema al identificarte con esa idea de ti, podrás elegir de nuevo, y liberarte.

Vía libre para el cambio

Aceptar tu aspecto no significa que tengas que convencerte de que estás bien con sobrepeso.

Aceptar significa entender que el sobrepeso está ahí porque te has concebido con él, es decir, porque en algún momento asumiste que tú eras eso.

Date cuenta de que las ideas sobre cómo eres -que te han dado forma- se arraigan en ti de manera inconsciente y, en muchos casos, ni siquiera son tuyas. Las asumiste como ciertas al crecer escuchando que en tu familia todas las mujeres tenían sobrepeso, o cuando te dijeron de pequeña que eras muy grande, o cuando te creíste que con la edad se engordaba.

La aceptación abre la vía al cambio porque comprendes que tú misma te condenaste al sobrepeso -sin saberlo- y que ahora puedes liberarte. La aceptación es comprensión, una toma de conciencia.

Cuando eres capaz de mirarte sin rechazo, sintiendo un profundo y sincero aprecio por ti –por quién eres tras todas las ideas que te han dado forma– te liberas de la carga de creer que estabas condenada a ser algo que tú no deseas.

 

 

De la confusión a la claridad

La persona que eres ahora -la mentalidad que tienes- es la misma que ha creado tu problema de peso al creer que tú eres eso, de modo que no lo puede resolver porque está identificada con esa idea de ti. Por muchas vueltas que des al problema sólo conseguirás agrandarlo y sumirte en la desesperación de no poder cambiar.

Para tener la claridad que buscas debes dejar de identificarte con tu vieja mentalidad y ponerte al mando de lo que piensas: elije ser la persona que deja de dramatizar su sobrepeso, que ya no permite que le defina y le amargue la existencia.

Hay personas que viven completamente desanimadas por pesar 2 kilos más de lo que les gustaría. Si en tu caso son 20 crees que está justificado, pero la trampa es la misma. Todo es mental. Piensas que el peso -ya sean 2 ó 20 kilos- es lo que te separa de poder sentirte bien, sin darte cuenta de que tú misma te condenas a no serlo al decidir que eso depende de tu peso.

Concíbete como deseas verte, pero no deposites en ello tu felicidad. Tener un peso u otro es algo neutro, tú eres la que eliges qué significado le das a eso.

Acepta que tienes sobrepeso porque no eras consciente de ser la causa de tu problema; decide ver todo lo bueno que tienes -más allá de tu peso- y elije sentirte bien y disfrutar de la vida aquí y ahora.

Ese será el punto de inflexión, la puerta de entrada al cambio que deseas.

En el mismo instante que eliges sentirte bien y disfrutar de concebirte libre de problemas de peso, tu mente y tu cuerpo harán el clic que estás buscando, y te seguirán sin esfuerzo.


La aceptación es lo que te permite cambiar porque implica comprensión, conocimiento. Una vez que sabes que tú eres la causa de lo que ves, no dudarás en asumir la conciencia de ser la persona que siempre has sentido que eras. Ahora sabes que no estás condenada a nada, pues tú decides lo que eliges pensar sobre ti. Eres libre para crear la experiencia de vida que desees… ¡AMA VIVE COME!

Suscríbete para recibir GRATIS

mis post llenos de inspiración

para salir de la trampa del peso

Pin It on Pinterest

Share This