Cómo remontar tu cambio físico tras una recaída

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Ago, 2019

Quizá en algún momento te ha ocurrido.

Pierdes peso con determinación y constancia y, cuando crees que ya lo has superado, que nunca volverás a engordar y que has dejado atrás para siempre tu problema de peso… llega a tu vida un ciclón emocional que literalmente te arrasa.

Sea cual sea la causa -real o imaginada- la angustia y el agobio te atrapan y el hábito de recurrir a la comida para sentirte mejor salta dentro ti como un resorte.

Y te atrapa de nuevo.

Casi sin darte cuenta has vuelto a comer mucho y mal, con desorden, con urgencia.

Cada noche te acuestas con una horrible sensación de pesadez, y con el sufrimiento de pensar que estás volviendo a engordar, tirando por tierra todo tu esfuerzo.

Te propones que al día siguiente todo será diferente, pero te levantas sabiendo que no lo vas a conseguir.

En pocas semanas, tus peores temores se confirman: recuperas el peso perdido y te sientes derrotada, frustrada e indignada contigo misma.

Naturalmente, puedo describirte este proceso con precisión porque lo he vivido muchas veces, como todas las personas que han estado a fondo en la trampa del peso.

Por eso sé que no vas a tirar la toalla, aunque ahora tengas ganas, así que vamos a ver los pasos que puedes dar para superar este bache y retomar cuanto antes el camino hacia tu liberación definitiva.

1. Rompe el bucle del malestar

La sensación de pesadez y llenazo nos hace sentir mal físicamente, y eso tiene un efecto directo en lo que pensamos y sentimos, que generalmente va cargado de negatividad, desánimo y abatimiento.

Por esa razón, el primer paso para superar el bache es centrarte en una única cosa: recuperar tu bienestar físico.

Para lograrlo es suficiente con que te propongas comer con orden durante unos días. Olvídate del peso y de los kilos y pon toda tu atención en comer a tus horas habituales, en cantidades moderadas, con el único propósito de volver a sentirte bien.

También puedes ayudarte haciendo pequeñas cosas que te gusten, por el puro placer de hacerlas.

El cuerpo es muy agradecido, así que pronto recuperarás tu equilibrio, tu bienestar natural, y podrás pensar con más claridad.

No tardarás en darte cuenta de que la situación no es tan grave, y recuperarás la energía y el ánimo que ahora te faltan para seguir adelante.

«No se trata de lo que ha ocurrido, sino de cómo lo interpretas”

2. Entiende tu proceso y acepta sus altibajos

Es posible que creas que estás en el proceso de perder peso controlando lo que comes, pero, en realidad, estás aprendiendo a vivir bien en ti sin recurrir a la comida.

Tenerlo claro te dará una perspectiva más amplia sobre lo que te está pasando, y abrirá tu mente a nuevas soluciones.

Aprendemos por repetición, viviendo en primera persona la experiencia, y esa experiencia es la que nos va dando soltura para afrontar nuevos retos sin necesidad de comer de más.

Los altibajos nos desaniman, pero forman parte del proceso, y aceptarlos te facilitará mucho el camino.

Remontar los baches nos cuesta porque hacemos un drama alrededor de ellos, ¡es injusto que nos pase eso!

Sin embargo, es lo normal. Lo que te ha pasado tiene la importancia que tú quieras darle, y cuanta menos le des, más fácil será recuperarte.

3. Conviértete en tu mejor apoyo 

Cuando caemos en un bache y recurrimos a la comida, también recuperamos el triste hábito de machacarnos, culparnos e insultarnos.

Esos duros reproches hacia nosotras mismas solo consiguen hundir aún más nuestra confianza, nuestra autoestima y nuestro estado emocional… lo que nos aleja de poder reconducir la situación.

Acepta lo que ha ocurrido, sin dramatizar, y sé amable y comprensiva contigo misma. En todo momento has hecho lo que has podido, lo mejor que has sabido. ¡Y eso es mucho!

Estás en un proceso de aprendizaje para ser quien quieres ser y vivir como quieres vivir, que es el camino que recorremos todas, con nuestras subidas y bajadas.

Así que lo mejor que puedes hacer ahora es darte todo el apoyo que necesitas y preguntarte, ¿qué puedo aprender de esta experiencia?


Esa información te resultará muy útil cuando vuelvas a afrontar una situación similar. Empezarás a ser consciente de que esconderte tras la comida sólo complica tu situación, y llegará el momento en el que tomes la feliz decisión de afrontar tus retos personales con las capacidades que verdaderamente tienes. Te aseguro que son muchas, y te sorprenderá no haberte dado cuenta antes de que no tenías que huir, de que todo lo que necesitabas para avanzar en la dirección que quieres ya estaba dentro de ti, a la espera de que te decidieras a elegirlo. La oportunidad de descubrirlo siempre está a tu alcance, ¡AMA VIVE COME!

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para salir de la trampa del peso

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