Dejar las dietas fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca.

Lo hice tras darme cuenta de que no sólo había engordado 30 kilos durante los 20 años que recurrí a ellas, sino que vivía con una continua sensación de culpa, prohibición y escasez en relación a la comida, que se acababa trasladando a todo lo demás.

Las dietas son la mejor manera de caer en la trampa del peso y complicarte la vida. A medida que vas engordando, te invade la desesperación por salir de ahí y recurres a dietas cada vez más restrictivas, que te acaban empujando a la ansiedad y el descontrol con la comida. Y una vez que pierdes el control con la comida, toda tu vida se descontrola.

Para mí dejar las dietas fue el inicio de un cambio que no sólo me permitió perder peso definitivamente, sino vivir de una manera más libre, intensa y plena. ¡Por fin pude volver a ser yo! Así que hoy voy a compartir contigo 3 razones para dejar las dietas, ¡y conseguir adelgazar!

Librarte de las dietas te permitirá recuperar una relación sana y natural con la comida

1. Vivir como deseas

Las dietas te conectan con una existencia limitada, restringida y escasa. Te condicionan la vida porque necesitamos comer varias veces al día… y si cada una de esas veces es un problema, tu vida se acaba convirtiendo en eso mismo. Elegir el cuerpo que quieres tener pasa por decidir cómo deseas vivir. Si quieres tener una vida libre, de disfrute y expansión, será difícil conseguirlo con una dieta que te limita y te deja sin energía.

De lo que se trata es de tener el cuerpo que te permita vivir como tú quieres vivir. Generalmente queremos sentirnos libres y cómodas en nuestro cuerpo, de manera que sólo necesitamos tomar las decisiones respecto a nuestro estilo de vida que nos permitan conectar con esa libertad y esa comodidad. En mi caso la decisión fue comer de todo, para poder sentirme libre, en cantidades que me permitieran estar en el peso que yo quería, para poder sentirme cómoda. Así de simple.

2. Liberarte para siempre

Las dietas son tentadoras porque nos dan una solución a corto plazo a un tema que realmente nos agobia. Tanto, que no queremos pensar en lo que ocurrirá el día que se acabe la dieta, y nos engañamos pensando que conseguiremos mantenernos. La realidad es que acabamos recuperando todo el peso, una y otra vez.

Si quieres ser libre para siempre, respecto al peso y la comida, elige un estilo de vida que te conecte con esa libertad desde el primer día. Para mí eso significó olvidarme de las dietas para siempre y comer de todo, de manera suficiente y variada, apostando por aquellos alimentos que me nutren y me hacen sentir bien. ¿Qué significa para ti?

3. Olvidarte del peso

Vivir a dieta es la mejor manera de recordarte a ti misma que tienes un problema de peso. Tener que pensar qué puedes comer y qué no te mantiene alerta y con la atención puesta en los kilos de más. Si lo que quieres es olvidarte del peso, necesitas un plan que no te recuerde constantemente ese tema, es decir, que te permita perder peso al tiempo que disfrutas de tu vida.

Ese plan pasa por tomar la decisión de apostar por ti desde hoy, de volver a confiar en tu capacidad para elegir lo que quieres e ir a por ello desde el aprecio por ti misma. Tienes todo lo que necesitas para poder hacerlo, sólo tienes que aprender a ponerlo a tu favor. Vivir más despierta, más consciente, con claridad sobre lo que quieres y la atención puesta en disfrutar de los pasos que das para llegar adonde quieres ir, te permitirá hacer buenas elecciones para ti, ¡y olvidarte del peso!

Si has vivido siempre a dieta, es posible que dejarlas te preocupe porque pienses que vas a engordar, que tú no puedes controlarte sin un plan detallado que te indique lo que tienes que comer cada día. Soltar esa sensación, empezar a confiar en ti misma, en tu capacidad para recuperar una relación sana y natural con la comida y llevar tu vida, ¡y tu cuerpo! adonde tú quieras, es un proceso de desarrollo personal que está al alcance de cualquier persona que se lo proponga. Si quieres saber más, echa un vistazo a mi nuevo curso CONQUISTA TU VIDA, ¡LIBERA TU CUERPO!