Cómo aligerar tu problema de peso en 3 sencillos pasos
Para muchas personas el sobrepeso supone una carga física y emocional bastante más pesada que el número de kilos que quieren perder. Incluso cuando se trata de pocos kilos, vivimos el peso como un gran problema que nos complica la vida.
A mí me pasó durante años, tanto si quería perder 30 kilos como si en ese momento se trataba de 5, cargar con peso de más me hacía sentir demasiado mal. Luego he podido comprobar que es muy común, en las mujeres que sufren por su peso, esa percepción un tanto desproporcionada de lo que supone tener kilos de más.
La consecuencia es que vivimos condicionadas por unas limitaciones que en realidad no tenemos, así que hoy vamos a ver por qué le ponemos tanto peso al peso, y cómo podemos aligerar esa carga de la manera más sencilla posible.
1. Quítale «problema» al peso
¿Quieres perder unos kilos o tienes un problema de peso? en el momento en que pones a los kilos la etiqueta de «problema», le estás añadiendo carga. Ya no se trata de que quieras adelgazar, ahora tienes que afrontar un problema. Lo curioso es que los problemas sólo existen en nuestra mente, los creamos nosotras mismas en el momento en que decidimos rechazar lo que nos ocurre, de manera que sólo conseguimos complicarlo.
Quitar la categoría de «problema» a los kilos de más, te ayudará a ver con claridad cuál es la mejor manera para ti de alcanzar el peso que deseas. Si en lugar de tener un problema de peso decides que quieres perder unos kilos, el panorama que se abre ante ti es bien distinto. Ahora que te has librado de tu problema, ¿qué te podría ayudar a perder peso?; ¿Cómo sería para ti adelgazar mientras disfrutas de la vida?
2. Decide lo que pones en juego
Lo que te hace sufrir, y aumenta carga al peso, no es el número objetivo de kilos que quieres perder, sino todo eso que añade tu imaginación al hecho de estar gorda o delgada. En realidad, queremos adelgazar con desesperación por todo aquello que creemos que pasará (o no pasará) en función de si pesamos más o menos. Hemos asociado la delgadez a tantas cosas que nos gustaría tener y sentir, ¡que nos jugamos demasiado con el número de kilos que pesamos!
Date cuenta de que todas esas ideas que asociamos al peso están sólo en tu cabeza. Puede que en este momento creas firmemente que te sentirás mejor cuando adelgaces y, por tanto, así será. Pero hay algo más que puedes hacer ahora: decidir que tu peso no va a condicionar más la manera en que te sientes. ¿Y cómo? muy simple: revisando tus pensamientos acerca de lo que supone para ti pesar más o menos. Al fin y al cabo, las ideas que tienes ahora sobre eso no son tuyas… las aprendiste de otros y las has ido integrando como propias a lo largo del tiempo.
3. Abraza tus kilos de más
La tercera gran carga que añadimos al peso es la sensación de que nos ha superado. Es más grande que nosotras. Nos ha ido ganando terreno y, ahora, el peso manda: «Es más fuerte que yo»; «No puedo controlarlo»; «No me siento capaz»; «Sé que al final fallaré»; «Es muy difícil conseguirlo»… ¿conoces esa profunda sensación de que tienes la batalla perdida antes de empezar? esa es la carga definitiva que nos deja fuera de juego.
Pero, ¿qué pasaría si no se tratara de luchar?; ¿cómo cambiarían las cosas si tus kilos de más no fueran tu peor enemigo? quizá ha llegado el momento de que los mires de frente, los abraces, y te des cuenta de que están contigo, no contra ti. Los kilos de más han cumplido su función, forman parte de tu aprendizaje de vida y, tan pronto como te reconcilies con ellos y contigo, podrás ver que la lucha siempre estuvo en tu cabeza y que, en realidad, nadie te está atacando.
En el momento en que los kilos dejen de ser tus enemigos, aligerarás la carga que suponen para ti, y estarás mucho más cerca de conseguir lo que deseas.

Me ha encantado este artículo y te doy las gracias por compartir todo lo que sabes con tanta sencillez. Son buenísimas las preguntas que nos lanzas y yo, al menos, pienso tomarme un tiempo para responderlas. Es maravilloso descubrir que las soluciones están en nuestra mente y no en la comida. Gracias por tanto y tan bueno, Ana.
Muchas gracias Julia, me alegra que te sirvan los artículos y que veas que el camino para salir de los problemas de peso está en la mente. ¡Es una gran liberación darse cuenta de eso! y te ahorra mucho tiempo y esfuerzo ;) ¡Un abrazo!
Gracias Ana por compartir tus pensamientos conmigo. Lo dices con tanto convencimiento que así todo lo veo mas fácil
Gracias Esperanza! me alegra que lo veas más fácil, porque ese es el primer paso para que lo sea :)
Un abrazo!!
En esta ocasión te has superado, sin dudarlo excelente texto!!!
Felicidades
Muchas gracias!
Me alegra que te haya gustado :)