Cómo he perdido 20 kilos (y por qué sé que nos los volveré a recuperar)

10

Nov, 2016

El día que entendí que las dietas eran parte del problema, me liberé para siempre.
Después de una vida a régimen, pesaba 30 kilos más que al principio; así que ya sabía que, de esa manera, sólo conseguiría seguir engordando.

Decidí abandonarlas, pero seguía deseando cambiar. Algo dentro de mí me decía que no me resignara, que podía quitarme ese peso físico y emocional de encima si hacía las cosas de otra manera.

Así que tomé la decisión de dedicar todo mi tiempo a buscar una solución distinta, y empecé a hacerme preguntas diferentes: ¿qué hace que una persona que desea adelgazar no lo consiga?, ¿cuándo, cómo y por qué nos bloqueamos?, ¿qué distingue a los que pueden de los que no?, ¿realmente se trata de fuerza de voluntad?

Yo ya había adelgazado dos veces 20 kilos y una vez 30 kilos; el camino de la fuerza de voluntad lo conocía bien, igual que todas las personas que sufren por el peso. Si algo tenía claro, es que no se trataba de eso.

Así de estupenda estaba cuando empecé a quererme… y esto fue lo que pasó 6 meses después

«No sigas esperando al peso para empezar a vivir»
Tras más de 20 años atrapada en el peso, entendí en qué consiste la trampa en la que tantas caemos: en vivir esperando al peso.

Creemos que somos insuficientes, que así no podemos estar, que nuestra felicidad y la vida que deseamos sólo llegará cuando estemos delgadas, y por eso le ponemos tanto peso al peso.

Cuando vivimos desde ahí, nos decimos cosas como “ya me compraré ropa cuando adelgace”; “ya saldré más cuando pierda peso”; “ya me arreglaré cuando esté en mi talla”… ¡renunciamos a vivir el momento presente! nos castigamos por no ser adecuadas físicamente, y no escuchamos las necesidades emocionales y vitales que tenemos ahora.

Ellas son las que nos empujan a la comida, las que nos dicen que la vida es lo que sucede hoy ¡y que están hartas de vivir esperando al peso para poder disfrutar!

Así que nos enredamos en las dietas, cuando el proceso es exactamente al revés: no se trata de adelgazar para poder ser feliz. Ser feliz es lo que adelgaza.

Si quitas tu atención de los kilos y pones toda esa energía en llenar tu vida de lo que te gusta, no necesitarás rellenarla con comida.

Si cambias la mirada sobre ti misma, todo cambiará

Si quieres perder peso definitivamente, cambia la manera en la que te ves a ti, a tu vida y a tu cuerpo. Aprecia y ama todo lo que eres y todo lo que tienes ¡incluidos tus kilos de más! Porque sólo entonces podrás abrir la puerta al cambio que tanto deseas.

Ese es el cambio de chip, el clic que siempre has estado buscando para cuidarte de manera natural, sin esfuerzo, y poder disfrutar de la vida como cualquier persona sin problemas de peso.

¿A qué has dedicado más tiempo en tu vida?

Cuando yo me hice por primera vez esta pregunta, mi respuesta fue: “a sufrir por mi peso”.

Me resultó triste e impactante, porque nada podía estar más lejos de cómo yo deseaba vivir. Así que a partir de ese momento comencé a hacer todo lo que quería hacer con mi vida, sin esperar al peso, sin obligarme antes a adelgazar.

6 meses después pesaba 20 kilos menos.

¿Qué harías si estuvieses delgada?

Cuando llevas mucho tiempo viviendo en la trampa del peso, es posible que te cueste pensar en algo más que dietas y esfuerzo, y que te dé vértigo permitirte disfrutar pesando lo que pesas ahora, porque en el fondo sientes que estando así no puedes, que no te lo mereces.

Si lo que te separa de sentirte como deseas es el peso, hazte estas preguntas: ¿cómo sería mi vida si nunca hubiera tenido problemas de peso? ¿qué estaría haciendo ahora si estuviese delgada? y ponte en marcha ya.

¡Olvídate del peso! haz ahora todo lo que te gusta, todo eso que te hace disfrutar y sentirte bien. Vive plenamente desde hoy y adelgazarás sin darte ni cuenta. Porque cuando llenas tu vida de disfrute y sentido, no hay sitio para los kilos de más; perderás el peso que te sobra de manera natural.

Por qué sé que no volveré a engordar

Hoy sé que no volveré a engordar porque mi cambio físico ha sido la consecuencia natural de un profundo cambio personal. Por primera vez, ha sido de dentro hacia fuera. He vuelto a escuchar mis deseos, a ilusionarme, me he hecho consciente de mi propia vida y he tratado a mi cuerpo como se merece.

En este proceso he aprendido a quererme, a vivir bien en mí, a apreciar lo que soy y lo que tengo, a cuidar mi cuerpo disfrutando y a exprimir mi vida al máximo. Ahora sé que el cambio consistía en amar, vivir y comer.

Los problemas de peso, los atracones, los agobios y el sufrimiento por el peso, ya no tienen sentido para mí. Ya no tengo miedo a engordar, ni a disfrutar de la comida, y sigo perdiendo peso sin esfuerzo.

Y eso es lo que ahora quiero para ti: que descubras la liberación de sentirte bien en tu vida y en tu cuerpo, para que puedas olvidarte para siempre de tus problemas de peso. La vida es mucho más que eso y no hay tiempo que perder, ¡ama, vive, come!

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