Sal de la trampa del peso

27

Oct, 2016

Bienvenida a mi blog, me alegra mucho que estés aquí.

Con este post arranca un espacio en el que no voy a hablarte de dietas, sino de lo que hay detrás de los problemas de peso; todo eso que pasamos por alto en nuestra carrera por adelgazar y que nos acaba complicando la vida.

A estas alturas, es posible que lleves muchos años luchando contra tu peso, que estés harta de esforzarte para después recuperar más kilos de los que tenías, y que te sientas triste, desanimada o abatida.

También puede que no disfrutes de la vida como te gustaría, y que pienses que no podrás sentirte bien hasta que consigas librarte del peso que te sobra.

Yo recuerdo muy bien la sensación de sentirme fatal en mi cuerpo, de avergonzarme por mi aspecto, y de desear adelgazar más que nada. Pero lo que más recuerdo es la desesperación de ver que nada de eso me servía para controlarme con la comida.

Las que hemos estado ahí (¡y somos much@s!) sabemos lo que significa vivir sintiendo que no eres suficiente, que así no vales, y que para poder vivir como deseas antes tienes que cambiar.

Ese cambio comienza con esfuerzo, pasa por numerosas bajadas y subidas de peso, y termina en la impotencia de sentir que ya no puedes más.

Porque, afortunadamente, llega un momento en que intentar lo mismo de siempre se vuelve insoportable.

Solo entonces nos abrimos a mirar el problema desde otra perspectiva.

El problema no son los kilos

Lo que ocurre es que estás atrapada en el peso.

Estar atrapada en el peso es creer que tu felicidad está a varios kilos de distancia y que tu vida cambiará cuando consigas librarte de ellos.

Así comienza una espera en la que se te puede ir toda una vida.

La salida de esa trampa consiste en darte cuenta de que no se trata de estar delgada.

Lo que de verdad deseas es lo que crees que ocurrirá cuando lo estés, lo que crees que sentirás cuando eso suceda, por eso sigues esperando al peso para sentirte como te gustaría.

Sin darte cuenta, le has dado al peso un poder que no tiene: el de darte o quitarte felicidad, alegría o libertad.

Ahora que estoy al otro lado puedo decirte que, si comprendes que eres perfectamente válida tal y como eres ahora, todo cambia para ti.

Al dejar de esperar al peso, te darás cuenta de que lo que realmente tienes es hambre de vida, ¡hambre de felicidad!

Abre la puerta al cambio

Las preguntas más complicadas suelen tener respuestas sencillas, pero cuando ponemos toda nuestra atención en un problema nos mimetizamos con él, y no podemos verlas.

Cuando abandonas la batalla y dejas de vivir la vida desde el peso, puedes abrirte a otra manera de ver tu vida, tu cuerpo, y a ti misma.

Y de eso va salir de la trampa del peso. De darte cuenta de que estás metida en un bucle que no tiene fin.

No sé cuánto tiempo llevas sufriendo por el peso, ni cuántas dietas más necesitas hacer para comprobar que en la lucha contra ti misma siempre pierdes tú.

¿Qué pasaría si por una vez hicieras las cosas de otra manera?


Cuando llevas muchos años creyendo que lo que te separa de sentirte bien es tener un peso determinado, ni siquiera cuestionas esa idea. Estás plenamente convencida de que tu peso soñado te va a dar la felicidad, e incluso te molesta ponerlo en duda. Sin embargo, eso es todo lo que hay que hacer: desmontar la falsa asociación entre peso y felicidad. Una vez que te das cuenta de que el peso no te la puede dar, eres libre para dártela tú ahora y, desde ahí, decidir tranquilamente qué quieres hacer con tu peso, que nunca tuvo la culpa de nada :)

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