Mañana empiezo: cómo conseguirlo (de verdad) y adelgazar de una vez por todas
Mañana empiezo.
Y te lo crees de verdad. Lo piensas, lo sientes y lo dices. Quieres cambiar y te ilusionas con esa idea; estás cansada de verte y sentirte mal en tu cuerpo, deseas perder peso más que nada y no soportas que todo siga igual que siempre. ¡Esta vez estás decidida!
Pero qué poco tardas en volver a fallarte, ¿verdad? A mí me ocurrió un millón de veces, lo que me llevó a pensar que seguir intentándolo era inútil y que tenía que tirar la toalla.
Y es que el famoso «mañana empiezo» tiene sus consecuencias: cada nuevo «mañana» bajas un escalón en tu nivel de confianza y autoestima, hasta acabar sentada al final de la escalera, con muchos kilos de más y toda una carga de desesperanza encima.
Porque al final de la escalera te sientes mal, igual que te sientes mal mientras comes, mientras piensas que no deberías comer, mientras te dicen que no comas tanto, mientras miran tu exceso de peso, mientras lo miras tú… así que, una vez que toqué fondo, empecé a buscar una solución distinta para esos momentos en los que sabes lo que tienes que hacer, pero no lo haces.

Recupera tu equilibrio interior y podrás conseguir lo que quieres sin tener que luchar contra ti misma
La comida no es la respuesta
Cuando estás en la rueda del mañana empiezo te sientes agobiada, desesperada. Comes mientras planeas dejar de comer y tu mente está confusa por esa falta de coherencia entre lo que quieres hacer y lo que haces. Tus emociones también están a flor de piel, porque no logras controlarte y esa lucha permanente contra ti misma te hace sufrir mucho.
En medio de toda esa confusión, no puedes parar de comer. Ni puedes hoy, ni podrás mañana.
Porque no se trata de la comida. La clave está en acabar con la confusión. Recuperar el equilibrio y la serenidad interior te permitirá ver con claridad tus objetivos y actuar en coherencia con lo que quieres conseguir, sin que ese proceso sea un sufrimiento.
Te propongo probar esto. Mañana empiezas, de acuerdo, pero esta vez así: olvídate de la comida y dedica un par de días a tomar distancia del problema. Si es posible, da unos buenos paseos tranquila y observa lo que te está pasando desde fuera, como si fuera algo que afectase a otra persona. Trata de ver cuáles son los errores que te llevan a no poder cumplir tus propios deseos, para no repetirlos. Quizá te encuentres con que haces algo de esto…
Planes ideales… que no se sostienen
Pasar de comer mucho y mal a hacerlo «perfecto» al día siguiente es complicado. Tu mente y tú os vais a estresar con unos cambios tan radicales que te van a exigir demasiado esfuerzo. Háztelo fácil. Trátate con cariño y comprensión. Ve de menos a más. Está bien que tu objetivo final sea ambicioso, pero no lo quieras todo el primer día. Plantéate pequeños pasos, asegúrate de que puedes cumplir tu objetivo del día y ve añadiendo mejoras, poco a poco, que te ayuden a sumar éxitos y a ganar confianza. Pronto tendrás grandes resultados.
Vivir pendiente de adelgazar
Está bien querer adelgazar, pero no olvides que tienes una vida y muchas otras cosas de las que ocuparte. Si tus planes para perder peso son muy exigentes y no te permiten seguir con tu ritmo de vida normal (por ejemplo, salir a cenar con amigos) tu objetivo te comerá a ti y a tu vida… y todos volveréis a caer por vuestro propio peso. Tú ya sabes que quieres adelgazar y no se te va a olvidar, así que tranquila. Ten claro los pasos que vas a dar para conseguirlo y luego céntrate en disfrutar de tu vida, no en el hecho de adelgazar. El proceso te resultará mucho más ligero.
Venirte abajo al menor revés
Imagino que has vivido ese momento en el que caes en la tentación de comerte algo que te habías prohibido, y después te enfadas y decides tirar todo por tierra comiendo sin control. Esta es la receta para que no te vuelva a ocurrir: no hagas un plan de lo que vas a comer cuando empieces mañana. Mi propuesta es que mañana escuches a tu cuerpo. Que estés en «modo prueba» una semana, que confies en ti, que tengas presente que quieres perder peso definitivamente y que vayas construyendo tu plan día a día, sobre la marcha, a medida que veas qué te funciona mejor, qué necesitas en cada momento, a qué puedes renunciar y a qué no… de esta manera no hay errores y adaptarás el plan a tus necesidades, en lugar de dejarte atrapar por dietas que sólo consiguen complicarte la vida.

Gracias Ana por tus consejos. Espero llegar a la meta siguiéndolos!
Seguro que sí!! Mucho ánimo que hay vida más allá del peso!! :)
Gracias Ana, la verdad es que llevo en un bucle desde los 12 años y tengo ahora mismo 33. Acabo de ser mamá y me siento culpable por no tener el cuerpo que sueño y quiero. Paso temporadas muy buenas y otras menos buenas. He hecho tantas cosas para vivir libre de la obsesión por la comida y por adelgazar que podría escribir un libro. Leerte es un placer.
Gracias a ti Elvira! te mando todo mi ánimo!! no dejes que el tema del peso te quite ni un momento de disfrute de tu maternidad, eso sí que es único :) Confía en ti, que igual que te metiste en esa obsesión, podrás salir de ella tomando la decisión de hacerlo. Un abrazo!!
Hola, al igual que muchos me siento desesperada y agobiada … dejo que la comida solucione mi dolor y mis frustraciones, no puedo evitar engullir hasta no respirar para llenar ese desasosiego en mi pecho. Hoy peso 104 kg y cada vez me siento peor porque mucha gente a mi alrededor consigue domar su peso y verse mejor… por qué yo no puedo conmigo misma????
Hola Dan, lo cierto es que tú también puedes, pero ahora mismo te sientes desbordada por el impulso de comer y eso te hace verlo todo más difícil. Pronto escribiré más entradas que pueden ayudarte, pero de momento te animo a leer el post «Cómo superar los atracones:la guía definitiva» y también a suscribirte en la home de mi web para recibir mi ebook gratuito «7 pasos para recuperar las riendas de tu vida, ¡y de tu peso!» que creo que puede resultarte útil en este momento. Un abrazo y mucho ánimo!!
Toda la razón, yo soy de las que siempre digo «mañana empiezo» pero el mañana nunca llegaba, ahora voy poco a poco cambiando mi hábito de comida pero me falta el ánimo y el apoyo.
Hola Manuela, te animo a poner tu atención en lo que quieres conseguir y a llenarte de pensamientos positivos respecto a tus posibilidades de conseguirlo. Una vez que estés convencida sólo es cuestión de tiempo que lo logres! Y si aún necesitas más ánimo y apoyo, yo he puesto todo el que puedo dar en mi curso AMA VIVE COME :) Échale un vistazo!!
Yo escucho a mi cuerpo.. y cuando le escucho me pide comida grasienta y llena de azucares o refinados para estar dichosa… por eso me cuesta tanto perder… no estoy gorda, ni tengo sobrepeso ni mucho menos, pero si he cogido ciertos kg de más que no me hacen estar contenta del todo con mi cuerpo y por eso quiero intentar bajarlos…. pero creo que necesito alguna pauta más… seguiré tus post muy de cerca. Gracias!
Ana
¡Hola Ana! lo que te pasa es totalmente normal. El azúcar nos aporta esa sensación de bienestar que tanto necesitamos… pero solo por unos segundos, para luego dejarnos un mal recuerdo en forma de kilos de más. Las respuestas que buscas no están en la comida, seguiré escribiendo sobre ello!! :) Mucho ánimo!!
Muchas gracias, Ana. Esperamos tus nuevos posts con ilusión.
¡Gracias a ti por seguirme! :)
Buenísimos consejos Ana, muchas gracias, soy muy seguidora de tu blog.
Me alegro Alejandra, muchas gracias! :)
¡Impresionante! A pesar de contener muchas palabras lo he analizado de un tirón y he bajado a la zona de comentarios directamente para agradecerte esta entrada ¡Felicidades!
¡Muchas gracias! :)