Cómo encontrar tu punto de equilibrio con la comida
Controlar la comida.
Eso es lo primero que piensas cuando quieres adelgazar.
Tener el control total sobre lo que comes te parece tu salvación, y verlo planeado por escrito te da seguridad.
Cumplirlo requiere mucha atención por tu parte y es más que posible que ese plan condicione tu día a día y fulmine tu vida social.
Pero merece la pena. Todo por el peso.
La verdad es que todo ese esfuerzo aún tendría un pase si diera resultado, pero nunca lo hace a largo plazo.
Así que hoy vamos a ver por qué controlar la comida no es la solución a tus problemas, y cómo puedes conseguir mejores resultados sin renunciar a disfrutar de la vida.
La trampa del control
Cuanto más intentas controlar un problema, más lo afianzas en tu vida.
Querer tener el control sobre algo implica dedicar mucha energía, tiempo y atención a aquello que deseas dominar.
Tanto, que te conviertes en su esclava.
En el caso de la comida, que es algo que necesitamos todos los días, varias veces al día, el control conlleva una dedicación plena, una atención total para poder cumplir exactamente con lo que te has propuesto.
Debes vivir muy alerta en todo momento para no sucumbir a tus señales de hambre, no picar cuando te ofrecen algo fuera de tu plan, rechazar invitaciones que incluyen comida y no caer en las continuas tentaciones de cada día.
Incluso si consigues controlarlo todo, te sentirás más atrapada que nunca, porque tu mayor amenaza, la comida, estará permanentemente en tu cabeza.

«Lo que intentas controlar te esclaviza”

¿Para qué quieres adelgazar?
Ya sea para verte bien, para vivir cómoda en tu cuerpo, para poder ponerte toda esa ropa que tanto te gusta, para estar más ágil, más ligera, para conocer a alguien, para ir más segura por la vida, para gustarte más… sea cual sea tu motivo, todo tiene un objetivo último: sentirte mejor.
Quieres adelgazar para sentirte mejor.
Y esa es la razón por la que vivir controlando todo lo que comes se convierte en una cárcel: sin libertad no te sientes bien.
La libertad es un gran «Yo puedo» mientras que vivir controlándote constantemente es un triste «Yo no puedo» (no puedo comer esto o lo otro, no puedo salir a cenar, no puedo quedar, no puedo ir a esa celebración…)
Al principio aguantas, creyendo que estar delgada lo compensará todo, pero al final te derrumbas porque sentirse bien es incompatible con una vida de control, escasez, limitación y restricción.
Entonces, si el control no es la respuesta, ¿cómo puedes conseguirlo?
Dando la vuelta a tu planteamiento: si quieres adelgazar para sentirte bien, enfócate en sentirte bien y podrás adelgazar.
Tu bienestar como punto de equilibrio
La manera de vivir libre respecto a la comida, mientras te mantienes estable en el peso que tú quieres, es hacer del bienestar tu punto de equilibrio.
Se trata de algo tan natural como comer libremente, en las cantidades que te permiten estar en tu peso soñado.
Después de una vida de dietas y restricciones te puede dar vértigo esta libertad, pero es la respuesta a todas tus plegarias: te sentirás bien, vivirás libre y podrás perder peso.
¿Y cómo puedes saber qué comer, cuánto comer y cómo comer si puedes elegir todo? utilizando tu bienestar como guía.
Sientes bienestar cuando eliges alimentos que te gustan y sabes que le sientan bien a tu cuerpo; cuando te levantas de la mesa saciada, y también contenta, porque sabes que no te has pasado y estás avanzando en la dirección que tú quieres; cuando comes tranquila, saboreando la comida y la conversación, porque sabes que ya no tienes que esperar a estar en un peso determinado para poder disfrutar de la vida.
Y lo sabes, con la misma seguridad que sabes que pasar hambre y vivir obsesionada con la comida no te produce bienestar.

Me identifico con lo que dices en este articulo… siento que no puedo más… decidí recuperarme y tener libertad. Lo que me bloquea es eso, miedo a no parar de comer o algo asi 😪😪
Hola Yudy!
Ese miedo surge por creer que algo externo a ti te puede controlar, cuando lo cierto es que sólo tú puedes decidir lo que vas a hacer, qué vas a comer, etc…
La comida no es una amenaza ni tiene poder alguno para controlar lo que tú haces. Existe para alimentarte, nada más.
Cuando perdemos el control con la comida nos justificamos ante nosotras mismas diciendo que no hemos podido evitarlo, pero la verdad es que no hemos querido hacerlo. Hay que ser muy honesta con una misma para poder recuperar el control.
Seguro que ya estás cansada de dar vueltas en círculo al tema del peso, así que ponte por encima del problema, míralo desde fuera para poder ver claramente que no tiene sentido seguir haciendo lo de siempre.
El peso es un problema que nos creamos nosotras mismas con nuestra forma de pensar.
Si no cambias lo que piensas, siempre seguirá ahí.
Echa un vistazo al último post que he publicado sobre ese tema, y escríbeme en los comentarios si te queda alguna duda :)
Este es el link: https://anamayo.es/tu-idea-de-ti-determina-tu-peso/