Sobre el tiempo, la motivación y el peso
Ese empuje, esas enormes ganas de darte la oportunidad de vivir en el peso que quieres, es la llama que enciende el proceso de cambio físico.
Sin embargo, a pesar de la ilusión inicial, el camino no tarda en volverse cuesta arriba, y pensamos que nos falta motivación para seguir adelante.
Pero no es la motivación lo que falla.
Si te fijas, en todo momento tienes claro qué quieres (adelgazar) y para qué lo quieres (lo que te mueve personalmente a conseguirlo) y esa motivación permanece intacta: nunca deja de ilusionarte esa idea.
Los responsables de que no logres tu objetivo no son el qué ni el para qué, sino el cuándo y cómo adelgazar, es decir, el tiempo y la forma de hacerlo.
Sobre la forma de adelgazar ya te hablé en este post, así que hoy voy a centrarme en cómo puedes cambiar tu relación con el otro factor determinante en este proceso: el tiempo.
3 reflexiones sobre el tiempo y el peso
No importa los años que lleves con sobrepeso; cuando se trata de cambiar, todo te parece demasiado.
Nos pasa a todas, porque la impaciencia es la debilidad número 1 de las personas que quieren adelgazar.
La industria de las dietas lo sabe bien, por eso anuncia sus promesas en kilos por semana.
¡Y seguimos picando! a pesar de que la tasa de fracaso de estas dietas, por abandono o rebote, es del 99%.
Pero no importa, cuantos más kilos en menos tiempo nos prometan, mejor.
Prefieres matarte de hambre durante dos meses para intentar quitarte 10 kilos de encima -sin pensar en tu salud- que perder ese mismo peso en cuatro meses, mientras disfrutas de la vida.
Como ya conoces el resultado de esas dietas por propia experiencia, hoy quiero animarte a vencer la impaciencia con tres reflexiones sobre el tiempo y el peso que te ayudarán a enfocar tu cambio físico desde otra perspectiva.
Al fin y al cabo, el tiempo es lo más valioso que tienes, y ponerlo a tu favor, en cualquier cosa que te propongas, marcará una gran diferencia en tu vida.


1. El tiempo pasará igualmente
Simple, pero lo perdemos de vista. Puede que perder todo el peso que quieres te lleve 4 meses, 6 o quizá 8. Sólo pensarlo se te hace un mundo, cuando en realidad es irrelevante, porque el tiempo pasará igualmente, y tú lo habrás conseguido… o no. Tu única elección está en hacer lo que quieres hacer o no hacerlo. El tiempo ya se ocupa de sí mismo.
2. Ahora es lo único que cuenta
La mitad del peso que le ponemos al proceso de cambio físico tiene que ver con todo lo que tendremos que hacer durante un tiempo determinado para conseguirlo. Esa mirada hacia el futuro es peso psicológico, una carga mental que no te ayuda en nada: lo único que cuenta es lo que haces o dejas de hacer ahora para acercarte a tu objetivo. Nada más. El futuro es la suma de momentos presentes y se construye hoy, de modo que sólo se puede cambiar ahora.
3. Tu pasado no determina tu futuro
La otra mitad del peso que le ponemos tiene que ver con nuestros fracasos pasados. Esa carga también es psicológica porque tus experiencias pasadas no te definen, ni determinan lo que puedes hacer ahora. Nadie consigue un logro relevante sin muchos intentos previos. Suelta la carga del pasado, no lo utilices como una excusa, y céntrate en lo que sí puedes hacer ahora para cambiar tu propia historia.
