Pasar hambre y otras ideas que arruinan tu cambio físico

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May, 2020

La falta de libertad que sentimos estos días no es nada comparada con el confinamiento al que nos someten nuestras propias ideas.

El sobrepeso es un buen ejemplo: nada como pensar que eres inadecuada para mantenerte confinada en una vida que no te satisface.

Levantarte cada día pensando que tienes que cambiar es una auténtica condena que, sin darte cuenta, te impones tú misma.

¿Cuántas cosas has dejado de hacer por no tener el aspecto que te gustaría?; ¿hasta qué punto el sobrepeso ha limitado tu vida?

Generalmente, nos condiciona muchísimo, porque cuando rechazas tu aspecto vives desde la sensación de no ser suficiente, y ese malestar va contigo allá donde tú vas.

El bucle de la frustración

Acabar con ese malestar nos lleva a aceptar ideas que sólo consiguen que nos sintamos aún peor, y acaban arruinando nuestro cambio físico.

Todas esas ideas tienen algo en común: para adelgazar hay que sacrificarse.

Por eso asumes tener que pasar hambre y condicionar tu vida a las limitaciones que te impone tu nueva dieta.

Sin embargo, por mucho que te esfuerzas no consigues cambiar a largo plazo, y tu desesperación aumenta al mismo ritmo que tu obsesión por los kilos de más.

Para salir de ese bucle de frustración tienes que darte cuenta de esto: tú eres la causa de tu problema de peso, y también la solución.

Tus ideas acerca de ti y de lo que te rodea dan forma al mundo que ves, y a ti misma.

Lo que ves es lo que piensas acerca de ti, de los demás, y de tu entorno.

Emociones rabia

Tus propios pensamientos han dado vida al problema que ahora ves, y sólo tú puedes cambiarlos.

En otras palabras, estás atrapada en los problemas de peso porque eso es lo que ves de ti, aquello en lo que pones tu atención.

Lo que ves no es lo que eres

Cuando una parte de nosotras no nos gusta, nos obsesionamos con ella hasta el punto de dejar que nos defina. Eres mucho más que tu peso, pero estás tan centrada en ese aspecto concreto de ti, que eso es lo único que puedes ver. 

Al mantener tu atención en ello, el problema crece tanto que se apodera de ti, porque pasa a ser más importante que tú misma: tanto pesas, tanto vales.

Te has convertido en tu peso porque tú misma, sin ser consciente de ello, has permitido que tu idea de ti te limite y te defina.

Lo único que ahora ves cuando te miras -tu sobrepeso- seguirá ahí hasta que decidas pensarte de nuevo, es decir, volver a apreciar todo lo que tú eres, más allá del peso.

Date un respiro. Deja de considerar que así no vales y dedica tiempo a valorar todas las cosas que sí te gustan de ti. Nadie las ve porque tú no las ves. Y no puedes mostrar lo que tú misma no aprecias.

¿No te gustaría vivir libre de problemas de peso? pues ten esto claro: esa libertad empieza en tu mente. Libérate de cualquier pensamiento acerca de ser insuficiente, y ábrete a sentir la liberación de ser válida.

Cuando lo hagas, no sólo te sentirás bien ya -sin tener que esperar a que tu peso cambie- sino que tu imagen externa mejorará en la misma medida que lo hagan tus pensamientos acerca de ti misma.

Tus pensamientos dan forma a lo que ves. Todo empieza y acaba en ti. Quítale al sobrepeso el poder de controlar tu vida, y dejará de estar presente en ella.


Todos los problemas se crean en nuestra mente, pero tú no eres tus pensamientos, sino la dueña de lo que piensas; enfoca tu atención en disfrutar de la vida sin dejar que tus propias ideas te confinen. Así disolverás la causa de tu problema, y también sus efectos. Toma la decisión y empieza ¡ya! a sentirte como te quieres sentir. ¿Te ayudaría tener una guía para desterrar todas las ideas que arruinan tu cambio físico? ¡echa un vistazo a mi curso AMA VIVE COME!

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para salir de la trampa del peso

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