Pasar hambre y otras ideas que arruinan tu cambio físico
La falta de libertad que sentimos estos días no es nada comparada con el confinamiento al que nos someten nuestras propias ideas.
El sobrepeso es un buen ejemplo: nada como pensar que eres inadecuada para mantenerte confinada en una vida que no te satisface.
Levantarte cada día pensando que tienes que cambiar es una auténtica condena que, sin darte cuenta, te impones tú misma.
¿Cuántas cosas has dejado de hacer por no tener el aspecto que te gustaría?; ¿hasta qué punto el sobrepeso ha limitado tu vida?
Generalmente, nos condiciona muchísimo, porque cuando rechazas tu aspecto vives desde la sensación de no ser suficiente, y ese malestar va contigo allá donde tú vas.
El bucle de la frustración
Acabar con ese malestar nos lleva a aceptar ideas que sólo consiguen que nos sintamos aún peor, y acaban arruinando nuestro cambio físico.
Todas esas ideas tienen algo en común: para adelgazar hay que sacrificarse.
Por eso asumes tener que pasar hambre y condicionar tu vida a las limitaciones que te impone tu nueva dieta.
Sin embargo, por mucho que te esfuerzas no consigues cambiar a largo plazo, y tu desesperación aumenta al mismo ritmo que tu obsesión por los kilos de más.
Para salir de ese bucle de frustración tienes que darte cuenta de esto: tú eres la causa de tu problema de peso, y también la solución.
Tus ideas acerca de ti y de lo que te rodea dan forma al mundo que ves, y a ti misma.
Lo que ves es lo que piensas acerca de ti, de los demás, y de tu entorno.

Tus propios pensamientos han dado vida al problema que ahora ves, y sólo tú puedes cambiarlos.
En otras palabras, estás atrapada en los problemas de peso porque eso es lo que ves de ti, aquello en lo que pones tu atención.
Lo que ves no es lo que eres
Cuando una parte de nosotras no nos gusta, nos obsesionamos con ella hasta el punto de dejar que nos defina. Eres mucho más que tu peso, pero estás tan centrada en ese aspecto concreto de ti, que eso es lo único que puedes ver.
Al mantener tu atención en ello, el problema crece tanto que se apodera de ti, porque pasa a ser más importante que tú misma: tanto pesas, tanto vales.
Te has convertido en tu peso porque tú misma, sin ser consciente de ello, has permitido que tu idea de ti te limite y te defina.
Lo único que ahora ves cuando te miras -tu sobrepeso- seguirá ahí hasta que decidas pensarte de nuevo, es decir, volver a apreciar todo lo que tú eres, más allá del peso.
Date un respiro. Deja de considerar que así no vales y dedica tiempo a valorar todas las cosas que sí te gustan de ti. Nadie las ve porque tú no las ves. Y no puedes mostrar lo que tú misma no aprecias.
¿No te gustaría vivir libre de problemas de peso? pues ten esto claro: esa libertad empieza en tu mente. Libérate de cualquier pensamiento acerca de ser insuficiente, y ábrete a sentir la liberación de ser válida.
Cuando lo hagas, no sólo te sentirás bien ya -sin tener que esperar a que tu peso cambie- sino que tu imagen externa mejorará en la misma medida que lo hagan tus pensamientos acerca de ti misma.
Tus pensamientos dan forma a lo que ves. Todo empieza y acaba en ti. Quítale al sobrepeso el poder de controlar tu vida, y dejará de estar presente en ella.

Gracias Ana, por transmitir un mensaje precioso. Lo que dices acerca de que todo empieza al cambiar nuestros pensamientos… es tan cierto!! y tan difícil de llevar a cabo!
Gracias Esther!
Cambiar tus pensamientos no es tan difícil cuando te das cuenta de esto: pensar como siempre te mantiene donde siempre.
El error que cometemos es permitir que nuestros pensamientos dirijan nuestra vida, olvidando que las dueñas de lo que pensamos somos nosotras.
Si piensas, por ejemplo, «No me sentiré bien hasta que adelgace» te estás condenando a sentirte mal y -sin saberlo- también te condenas a no poder cambiar.
¿Por qué? porque lo que piensas provoca lo que sientes y determina lo que haces.
Si te sientes mal no tendrás el ánimo que necesitas para cambiar.
Dirigir tus pensamientos es dirigir tu mundo emocional, y lo que consigues en la vida.
¡Elige qué quieres pensar sobre ti a partir de ahora y aférrate a esa idea! No hay complicación que valga, ¡es una decisión! :)
¡Un abrazo y mucho ánimo!
Ana
Que bonita nota, estaba buscando otra forma para perder peso y sentir que eso me hará mas feliz y me topo con este hermoso articulo. Creo que a veces me centro tanto en mi peso que como dices dejo que eso me defina, o cosas como la celulitis en mi piernas y pienso si tan solo logro mejorar la piel de mis muslos seré mejor, vuelvo a la idea de no ser suficiente, es horrible. He intentado tantas dietas… todo para volver al mismo lugar, al no soy suficiente y no merezco ser feliz por mi peso. Solo de escribirlo pienso que tontería, segur creyendo que un numero en la bascula me hará mas o menos persona, es muy tonto, pero tus palabras de verdad que me ayudan a ver la luz en el camino, a dejar de centrarme en mis pensamientos negativos y ver todo aquello que me hace especial, eso es lo que realmente me hará un mejor persona y quizá en el camino pierda los extra porque no tendré necesidad de llenar un vació que yo misma provoque, muchas gracias por tus palabras.
Hola Lilia,
Gracias a ti por tu comentario, me alegra que te sirva este post :)
Te ayudará mucho dejar de estar pendiente de lo que consideras tus «defectos», y poner tu atención en lo que sí te gusta de ti.
Si lo haces, tu idea de ti mejorará, tu ánimo también, y finalmente, lo hará tu aspecto.
Mostramos aquello de lo que somos conscientes, eso en lo que tenemos puesta nuestra atención.
Si solo te fijas en lo que no te gusta de ti, eso es en lo que te conviertes, pues eso es lo único que muestras.
¡Eres mucho más que tu peso! cambia tu idea de ti, y todo lo demás cambiará :)
Un abrazo!
Me encantó tu artículo, me fue de mucha utilidad. Gracias por compartir.
Me alegra mucho Marta! :)